La propuesta reunió a más de diez entidades del rubro de espirituosos para homenajear a los piscos chilenos.
Con más de 150 personas y una alegre jornada, este espacio dio paso a retomar la pertenencia y raíces de los chilenos con su preparación por excelencia, la piscola. Y así, promover el patrimonio pisquero chileno a través de sus productores, historias, identidad y marcas. En esa línea, Capel participó con su línea de piscos y con degustaciones para los asistentes del evento.
“Este proyecto nace como una invitación a rescatar la esencia del patrimonio cultural de nuestra bandera. Recuerdo que todo partió como un hobbie y hoy lo materializamos con el Club del Pisco en la ciudad de La Cruz”, expresa Sandro Cartoni, fundador del recinto.
El coleccionador menciona que la pandemia lo llevó a reflejar esta pasión por las marcas y que en plena era digital, quiso complementar en un proyecto virtual. “Si bien, el museo es digital, tenemos proyecciones de incluir al Museo y Club en uno solo, para entregar la experiencia completa a todo nuestro público”, comenta Sandro.
Así, el coleccionista comenta que es un compromiso personal con la historia chilena y que a la fecha cuenta con más de 1000 botellas desde 1895 y más de 400 etiquetas distintas en su versión digital. A su vez, relata que la idea del evento fue congregar a todas las firmas para crear espacios de reunión y conmemorar la historia de siglos que se ha traspasado de generación en generación, para así proteger este patrimonio histórico de Chile.