Biblioteca del pisco: la colección que cuenta la historia del pisco chileno


Miguel Ángel Vásquez Nanjarí es un coleccionista y admirador del vidrio, pero desde hace un par de años dio un paso más osado; instaló una colección de botellas de piscos en su casa junto a su esposa y familia.

Es ingeniero civil, pero desde pequeño se dedicó a coleccionar estampillas, postales, monedas y objetos que pudiese conservar en el tiempo. Cuenta que pese a ejercer su profesión, siempre quiso materializar su pasión por los objetos de colección en un lugar físico.

Así, en la década del 90 comenzó a coleccionar botellas de todas las marcas del mundo y en específico, de piscos. A la fecha, afirma que tiene más de 2000 botellas de licores y de éstas, son más de 850 de piscos nacionales selladas con su contenido original

Los inicios de la biblioteca

Al principio, relata que los capitanes del puerto y algunos oficiales de Valparaíso, le regalaban botellas selladas de diversos productos que despertaron su atención. Tanto así que lo motivaron a crear su propia colección.

De hecho, su hija le regaló el dominio de la página web para tener las primeras herramientas digitales que dan vida a la biblioteca del pisco

“Usualmente, viajo a buscar ejemplares que no encuentro en Chile, es cómico porque no me caben todas en la maleta y muchas veces, tengo que improvisar y meterlas a presión”, ríe a carcajadas.

Y es que, la colección no solo alberga piscos chilenos, sino también emblemáticos bebidas mundiales que complementan esta compilación de lujo. Para la recolección de estas, Miguel intercambia, compra o recibe donaciones de productos en la biblioteca a través de su página web o redes sociales.

La evolución de Capel

Miguel relata que colecciona la tradicional marca chilena desde que tiene uso de memoria y que ha visto el continuo desarrollo de la firma. “Mi favorita es la edición del 77 con etiqueta roja, creo que la presentación destaca y es una transición entre todas las versiones anteriores”, comenta el coleccionista.

Aquí, Vásquez detalla que no es el único que vive esta pasión y que comparte este hobby con otros coleccionistas del país. “Es curioso, pero la mayoría, no todos, estamos en la quinta región. Somos 6 a 7, que nos une el pisco y que mantenemos contacto frecuente”, expresó Miguel.

El desafío de todo un país

En esa línea, Miguel expresa que como país debemos ser precursores de difundir la cultura pisquera con dureza. “La idea de este espacio es potenciar la pertenencia cultural nacional del pisco, no como un trago o piscola, más bien como un patrimonio que nos une como chilenos y acá tenemos el reto de ser embajadores de nuestros productos”, concluye el fundador.






Miguel Ángel Vásquez Nanjarí