76 productores de uva pisquera son beneficiados mediante renovación de convenio entre INDAP y CAPEL


Se firmó de manera simbólica a través de videoconferencia en la que participaron autoridades de ambas instituciones.


Asesorías técnicas y recursos especialmente destinados a la mejor gestión del riego y las buenas prácticas ambientales, aseguraron por un año más 76 pequeños productores de uva pisquera de las provincias de Limarí y Choapa, gracias a la renovación del convenio de la Alianza Productiva entre el Instituto de Desarrollo de Agropecuario (INDAP) y la Cooperativa Agrícola Pisquera Elqui Limitada (CAPEL).

La ceremonia de extensión se realizó por videoconferencia en la que participaron el subdirector nacional de INDAP, Luis Bravo; el presidente de Cooperativa CAPEL, Ignacio Millet; el director regional de INDAP, José Sepúlveda; el Seremi de Agricultura, Rodrigo Órdenes, y dos usuarios que han sido beneficiados durante el primer año.

Uno de ellos fue Bermecides Rojas, quien comentó que durante el 2019 logró concretar uno de sus grandes anhelos, como era el tener una bodega donde guardar sus materiales de trabajo. “Quiero felicitar a INDAP ya que, como siempre lo digo, INDAP me ayudó a volar y como dice nuestro eslogan, hay que volar alto. Contamos con un buen equipo de profesionales que nos están ayudando a implementar cosas que nosotros no sabíamos”, señaló.

Por su parte, Héctor Dubó, quien también ahora tiene una bodega y además ha logrado el recambio de mangueras, puntualizó que ha logrado “seguir avanzando y progresando”, y manifestó que “sin esta ayuda no podríamos estar mejorando como lo estamos haciendo, estamos trabajando para lograr la mejora económica y personal”.

INDAP desarrolla esta labor a través de su Programa de Alianzas Productivas, el cual permite apoyar a los productores con asesorías técnicas enfocadas a la gestión del riego y recursos hídricos, Buenas Prácticas Agrícolas (BPA), Buenas Prácticas Laborales, manejo de plaguicidas, entre otros ámbitos.

Al respecto, el subdirector nacional de INDAP, Luis Bravo, indicó que la institución del Ministerio de Agricultura busca distintas vías de apoyo a la agricultura familiar campesina, por lo que este trabajo “se enmarca absolutamente dentro del programa de Gobierno del Presidente Sebastián Piñera, como iniciativa clave para fortalecer al sector rural. Alianzas Productivas es un gran programa porque permite una vinculación transparente y sinérgica entre los participantes, permitiendo acceder a los usuarios de INDAP a una agricultura de calidad, tanto en lo productivo como en lo comercial”.

Sobre la evaluación del primer año de este trabajo en conjunto, el presidente de CAPEL Ignacio Millet comentó que “estamos muy contentos que este proyecto haya resultado y eso ha sido tras

mitido por nuestros cooperados. Los resultados están a la vista; hemos tenido aumento de productividad y hemos logrado implementar buenas prácticas agrícolas para que, por ejemplo, a futuro los agricultores puedan ser sujetos de certificaciones”. Para el director regional de INDAP, José Sepúlveda, el poder trabajar mancomunadamente con una de las cooperativas más icónicas y características de la región y el país “es motivo de orgullo”, y detalló que “para este segundo año los recursos que se consideran son $106 millones, de los que INDAP aporta un 56% y la cooperativa un 44%; un gran esfuerzo de ambas partes que busca mejorar el trabajo y la gestión comercial de los usuarios cooperados”.

“Sabemos la importancia que tiene cada una de las inversiones que ejecutan nuestros servicios del Ministerio de Agricultura, las que en este caso van enfocadas directamente al desarrollo de un rubro tan tradicional de nuestra zona como es el pisquero. El primer año del convenio entre INDAP y CAPEL fue un éxito y pondremos todo de nuestra parte para que esta renovación también lo sea”, dijo por su parte el Seremi de Agricultura, Rodrigo Órdenes.

Toda esta labor va en línea con la certificación Comercio Justo que tiene la Cooperativa CAPEL a través de sello Fair for Life, lo que permite no solo mejorar los rendimientos de uva pisquera de los cooperados, sino que también mejorar las condiciones ambientales y laborales de las unidades productivas y, finalmente, su calidad de vida.